viernes, 3 de mayo de 2013

Versión para Blog de: sus cenizas azules quemando, Carlos Agusaco (1975, Colombia)

Plaquette de la Colección de Poesía Nómada
El rap del exilio
sus cenizas azules quemando, de Carlos Aguasaco.
Santiago de Chile, febrero 2013.



Del buen sentido
De una tela de Cesar Vallejo

Debo decirte madre,
Que existe un lugar en el mundo al que todos llaman Nueva York
Un lugar alto y lejano y aún más alto
Más alto que la iglesia en el cerro de Monserrate y sus palomas sonámbulas
Más alto y lejano que el volcán en que pereció nuestra especie
y sus cenizas azules quemando nuestros rostros mestizos
Más lejano que yo mismo cuando fui a París a visitar a Vallejo
Más alto que Vallejo que ahora valleja a ras tierra
Alto y lejano como yo, visto desde abajo
Cuando salto desnudo a nadar en el Hudson
y encuentro inmigrantes tratando de alcanzar la costa
Sus cuerpos sin vida me llaman desde el fondo
Y yo les hablo de ti, madre
de la mariposa que se fue de tu vientre
del día en que soñaste que yo era un enano
Madre, este lugar en el mundo al que todos llaman Nueva York

No es París, pero tiene una dama francesa que le sonríe a Europa

Al otro lado del teléfono, mi madre me desea primaveras
Y aquí florecen las margaritas de plástico y sonríen las chicas con tetas de goma

Madre, no me ajustes el cuello para que empiece a nevar, sino para que cese de nevar
Déjame vagar por esta isla soberbia entre las luces del Show Business 
Embriagarme a solas con tu ausencia y comienza a vivir cansada de mí
Ausente de mí, vacía de mí, sorda de mí, ciega de mí, muda de mí, insomne de mí
Bajo esta muralla de sombras
yace un Titanic de granito y un niño que llora en los trenes subterráneos
La madre de otro hombre lo despierta y se acuesta en su cama
Nosotros madre, somos de otro tiempo
Nuestra piel es cuero de tambor y jamás perderemos el acento.



YO
Este soy yo,
Un fragmento de mi rostro entre los escombros del World Trade Center
mi cara entre la multitud
Un punto negro en las graderías del estadio
un detalle de mi dedo pulgar señalando hacia el Atlántico
mi nombre en la guía telefónica
mi nombre en un cheque sin fondos
La voz de un enano en un coro de gigantes
Un pasaje de avión que no cubre el regreso
el rastro de mi pie en una silla del metro
la última letra de mi nombre impresa en una revista
mi nombre en una lista de la escuela

Todas las cosas que señalan hacia mí
La silueta blanca que rodea mi foto en el pasaporte
Mi huella digital en un vaso con whiskey 
El susurro de mi nombre en un cuarto cerrado
Y dos ojos que lloran mi ausencia

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