Anhedonia
Réquiem
Santiago de Chile, enero 2014
Horizonte
de fuego húmedo,
una ceja
nos eriza mitad concha sin pupila.
Marfil
Chupa la res escupe hueso,
Permitir
correr suero
metalizado
haciendo relieve
en tornillos
arañando
pedazos de carne invertebrada color niebla.
Incrustar
Un aullido flagelado
de vigilia .
Decapitar
Otro cristal que
rosa las burbujas
Muerde los ventíscales.
Y extirpar
los zancudos que nos celebran.
Habitar en la piel
unicorde y cerrar tus cartilagos
Para ver el circulo
que se pega en tus labios de vagina silenciosa
Flor marchita eres un vestigio de sombras
que nos convoca a
encuentro de terrazas guturales
a encuentro de
crepúsculos mojados.
Noche de mañana eres
un colibrí
que se abre en
sarcógafos de rincones azules
como la serpiente
emplumada
que era la melodía de
las jaulas en el mar
con forma de
aliento
extinguiendosé
El vientre quema mi
ojo de colibrí
y transforma lo
amarillo en vulvas nocturnas
el dedo afeita a la
máscara que esconde mi carne de avispa.
La noche se vuelve
mar
Para reventar en
nuestras cabezas de barro
Para trasmutar
nuestra carne en la sangre de la arena
en el antídoto solar
mantiene la
respiración anclada a los pies
y mi nariz lacerada
sobre la noche cae.
Orquesta
de pájaros
ladren a lengua cortada.
Beban
Saliva de encuentro,
Nazcan
En el
agua que el silencio es melodía
sangrando.
El cuerpo se parte en recuerdo trozo a trozo
sin líquido,
Grillos luz
de pantano
en la mañana
recita el árbol contra un réquiem de espumas
recita
el museo de formol.
En la efervescencia
del mediodía dormiremos
y con un parque de
latas a cuestas
festejaremos
el pus que rellena
nuestros pies.
Con las uñas desde
adentro
cayendo felices sobre
el asfalto,
sosteniendo el pedazo
de tierra que nos ancla a la gravedad
con su voz de aire
su cántico de árbol.
.
Haciendo que el cielo se presente
Con sus túncias
negras para hablarnos de las esquinas
que guarda el
inframundo en su conrazón
recordándonos que el
único abrigo para el nicho nuestro
es
la
brisa cuando nos pega en la cara
es
el viento cuando se abren los ojos a la luz del pino
oscuro.
¡Maravilloso! Tremendo este primer número de la colección.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias Oriette!! Abrazos!!
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